Lo que me faltaba...

viernes, 12 de julio de 2013

Vende nyligt

Es entonces, cuando todo esta perdido, que realmente le tomamos importancia a los detalles, esas pequeñas e insignificantes decisiones en nuestra vida que parecen no cambiar lo que somos; pero que terminan determinando nuestra vida, nuestra vida entera. Esos minúsculos detalles; esa gorra mal puesta que llevo esa mano hasta su cabello, esas clases en las que acabamos juntos, esa tonada que se escuchaba cuando nos conocimos, esa corriente de viento que me llevo a voltear a verte, ese resbalón que te llevo hasta mis brazos, esas palabras de aliento, todas esas cosas que no pasaron, esos detalles que evitamos vivir por miedo, y que al final terminaron alejándome de quien debía ser, un muy buen amigo... Se ahora que me acercaron a otras oportunidades, ya que el mundo, el tiempo, y la humanidad están llenos de oportunidades.
Antes de morir es cuando hacemos contacto con nosotros mismos, el pasado y las consecuencias de cada uno de esos detalles, que nos encaminan a la larga hacia nuestro futuro. Es un pequeño instante en el cual logramos verlo todo con certeza, con lujo de detalle...  Ese pequeño instante cuando los ciegos pueden mirar el mundo, cuando son capaces de ver una intensa luz que los incita, que los llama, que los alimenta a comprender que es, bueno, casi el final. Ese pequeño instante cuando los oídos sordos escuchan por primera vez un coro de cotidianidad mundana, esos sonidos que antes pasaron por alto y que ahora los fascinan. Ese pequeño e insignificante instante en el cual los insensibles pueden sentir la naturaleza como realmente es y no como han aprendido a obviarla.
En ese instante cuando al parecer no queda mas por vivir es cuando nos enteramos si nuestra vida fue ‘la primer oportunidad’,  ‘la segunda’ o ‘la definitiva’, recibimos tanta información en nuestro cerebro, tantos recuerdos, tantas vivencias... Ese instante te lo juro se hace eterno tanto como uno lo necesite. Ese ultimo suspiro que en nuestra realidad uno ve…  se trata ni mas ni menos de una alma escapando hacia su siguiente oportunidad, en otra realidad. Es cuando uno se encuentra con la representación de la muerte, la ley divina, el orden de las cosas, la esperanza ultima, la respuesta final, el camino esperado, y demás denominaciones esotéricas que se puedan tener. Lo que realmente uno experimenta es el conocimiento de las realidades vividas, además de una aparición, se trata de una luz que adopta tu mayor deseo y lo vuelve realidad. Si uno esta muriendo sin miedo, si no le hizo falta nada en esa vida, su deseo es simplemente morir en paz, entonces uno muere pacíficamente porque la felicidad, la verdadera, la que conlleva el amor sincero y sin fronteras al fin ha llegado a nuestra alma, y no hay mas nada que hacer. Sólo se puede morir sí uno esta realmente feliz con su vida; pero si al morir uno se arrepiente sobre algún detalle especifico, un ‘¿Qué hubiera pasado sí?’. El deseo se vuelve realidad. 
Es por esa razón por la cual después de varios intentos uno no puede alejar de su mente ciertos momentos sin razón alguna aparente. Cuando conociste a cierta persona, o los mejores momentos de vida con esas personas son los que mas decidiste revivir al final,  Esos detalles que a la larga nos han marcado son los que mas repetimos y los que mas recordamos por consiguiente. Mejorando e inventando cada ensayo una nueva realidad hasta llegar a la felicidad absoluta. Cuando llegamos a la felicidad absoluta, es únicamente cuando somos capaces de morir, de terminar con el ciclo. Dejando atrás a personas que si bien nos extrañaran, y mucho, siempre nos tendrán en su memoria, siempre recordaran algunos o todos los pasajes que igualmente nosotros recordamos. Esas vicisitudes, esas aventuras, esos tropiezos que después de tanto volverlas a vivir se hicieron inolvidables, son los momentos que siempre atesoraremos en lo mas profundo de nuestra alma... sólo que, ya es tiempo de partir, es tiempo de seguir adelante, de movernos y avanzar, aunque sea poco, aunque sea mucho; pero ya no existe manera de mejorar nuestra vida... todo a terminado para bien, todo a llegado a un punto en el cual la felicidad es máxima, que nuestra felicidad (egoísta en muchos casos) es eterna, y es donde y cuando nos quedamos eternamente.