Lo que me faltaba...

domingo, 27 de septiembre de 2015

Otra mas

Llega el día en la vida de todo hombre cuando la expresión, sonrisa y mirada de un rostro hace estragos en su cerebro. Puede pasar mil veces, puede pasar una sola ocasión, eso depende de a exposición, es cuestión de estadística.
No miento al decir que muchas personas buscan esa sensación 'artificialmente', no es un secreto. Son personas que alteran sus estados de animo de manera propia, la más sencilla y legal es el alcohol.
Los puedes encontrar los fines de semana en lugares con música que ayuda la interacción humana de ese tipo en especifico, un alto volumen que aturde su sentido del oído y un exceso de alcohol crea los antecedentes idóneos.
Teniendo la necesidad de sentir esos estragos mentales la gente  confunde las señales que recibe, dando como resultado encuentros furtivos del tercer y cuarto tipo entre seres que pueden o no conocerse y que pueden o no seguir conociéndose.
La exposición y la búsqueda de estas sensaciones lleva a la gente a movimientos desesperados y a la mas humilde de sus reacciones: embarazos no deseados.
Es entonces cuando los comerciales entran a la vida de esas personas, cuando desea ver el programa completo sin importar esos comerciales permanece allí en todo momento, cuando no le importa, se va y regresa cuando el programa ha empezado (a veces hasta años después, cuando el programa ya ha crecido y tiene edad para ir a la primaria como mínimo).
Todo porque a la gente le gusta sentirse como idiota con una sonrisa hermosa.